La que se ha liado por un acto ritual de nada, en el que sólo se
hacía entrega de un “diploma” acreditativo de que la empresa de la cantera Taralpe cumplía una serie de requisitos medioambientales que la hacían meritoria de tal galardón. Es como si en tu negocio cualquiera que tengas, te comprometes con un sistema de gestión normalizado, a cumplir una serie de parámetros (depende del número ISO) y tras comprobar el organismo competente que efectivamente las cumples, te dan el certificado y ya está. Nada más. Y nada menos. Pero la Cantera Taralpe quiso que la entrega se realizara en un acto solemne con todas las fuerzas vivas canteriles del pueblo presentes, en el “marco incomparable” (y presuntamente ilegal según algunos de nuestros lectores) de la urbanización ó geriátrico Sol Andalusí.
Allí estaban los directores de las canteras hechos una piña, los representantes de AENOR (organismo que dió el certificado ISO 14000 a la reforestación de Taralpe) el representante de CCOO que firmó el Acuerdo Marco, casi toda la Fundación de los Canteros, con los concejales y alcalde al frente, además de Luis Bravo y el contable. Muchos millones de euros juntos, mucho PODER político, económico y social. 
Todo un elenco junto y revuelto que mereció a pena ver y fotografiar para contároslo ahora a vosotros, queridos lectores, de la mejor manera posible para que no os aburráis.Nota: Juan Doblas no acudió. Supongo que estaría machacando el acero inoxidable de su taller
. (pinchar en las fotos para ampliarlas).
De pronto me encontré a mí mismo en la explanada interna del edificio central del “geriátrico de lujo” Sol Andalusí, rodeado de gente esperando al señor alcalde que llegaba tarde qué raro en él. Allí había parné. Mucho parné. Se notaba en varios de los esperantes que lucían caros trajes oscuros y sendas gafas que les daba cierto aire de mafiosillos de película de blanco y negro. Hacía calor y los trajes les asfixiaban. Pero eran los canteros. Y el cantero, como la mujer del César, “no sólo debe serlo, sino que además debe parecerlo”. Así que corbata y a pasar calor con la faltriquera llena de billetes de quinientos. Los coches, ni te cuento. Germán Carrasco, “cherif” de la cantera Taralpe que recibía el certificado, me llamó invitándome como blog a asistir al evento. Gracias Germán. Durante más de una hora estuvimos esperando en corrillos. Lo malo es que los canapieses estaban previstos para el final, así que nos aguantamos las ganas a una hora, las doce, en que las tripas te hacían “guau”.

Yo estaba con el ojo avizor y cámara en ristre a la caza de la instantánea, tipo paparazzi. Y conseguí algunas buenas. Tres canteros cuchicheando apartados de todos… ¡con el agujero de sus canteras en la sierra al fondo!. Javier de Molina pululando de grupo en grupo pero incidiendo y coincidiendo abundantemente con el presidente de ADICAT, que estaba muy serio y muy sólo, demasiado sólo. El hermano de Javier, José Manuel de Molina de cháchara con el actual jefe de prensa del ayuntamiento, Julián Sesmero. Hablaban bajito, de modo que no puedo contarles de qué hablaron ni de sus confidencias al oído. Luego llegaron los concejales que además son Patronos de la Fundación, llegó también Luis Bravo cámara en ristre y una caja grande de cartón con misterio dentro y sorpresas para el final, custodiada por el señor contable. Una cabeza, tan redonda como pelada sobresalía entre las demás: era Antonio Herrera, secretario general de Comisiones Obreras. Sí, ese que firmó el Acuerdo Marco en representación de los trabajadores en huelga. ¿Recuerdan?. Allí estaba cada loco con su tema, como cuando vas a un tanatorio y antes de que empiece el cura la misa te das unas charletas, repartes unas tarjetas y saludas, mano tendida, a diestro y siniestro. Y hacía calor.

¡Pero llegó por fin el “capo di capi”, cariñosamente hablando, Joaquín Villanova!. Aquello fue un acontecimiento. Saludos, abrazos, besos, palmaditas… el protocolo era diferente para cada uno,. que eso Joaquín lo controla como nadie. Todos se llevaron su bendición, incluido yo con un efusivo apretón de manos que parecía hasta sincero. Pero bueno, todos sabemos que siempre todo parece sincero alrededor de Joaquín. No estaba allí, raro, ningún representante de la oposición laurina, ni siquera Ramón Guanter, que se apunta a un bombardeo y que fue convenientemente avisado según me dijeron. Las canteras ahuyentan a los políticos que no son del PP. Una sala muy cuca esperaba a los presentes para empezar el evento. Se fue llenando según categorías no escritas y según un protocolo espontáneo que fue colocando de adelante a atrás a los presentes por orden de importancia económica y/o política.

En primera fila estaba Germán Carrasco (director de Áridos Sur de Financiera y Minera, FYM), el señor alcalde (presidente de la Fundación de los Canteros), José Uriol (director de Materiales de FYM) y al otro lado también en primera fila cómo no, el Yul Brynner de Comisiones Obreras, Antonio Herrera.
Comenzó el acto Germán Carrasco, muy contento de tener su certificado “medioambiental” para su cantera. La palabra medioambiental, y otras como “verde”, “ecológico” etc son de gran importancia estratégica para este tipo de instalaciones como una cantera extractiva que supone según los ecologistas una agresión al medio ambiente e incluso a la salud de las personas como arguyen los de la Plataforma anticanteras. Un certificado expedido por AENOR de que la reforestación de Taralpe se rige por criterios medioambientales la verdad es que es como para celebrarlo en “familia”…
Eso piensa también Joaquín Villanova, eufórico por estar tan bien acompañado por aquellos que en su día le amargaron la vida (recuérdese la huelga de las Canteras) pero que ahora le aplauden, le dan besicos en los morros que dirían en mi pueblo y le miman entre algodones. ¡Cómo pasan los tiempos y cómo cambian!. El Acuerdo Marco sí que había que ponerlo en un marco, nunca mejor dicho. Joaquín se enrolló como las persianas. “Perdonadme pero no he traído nada preparado….”. Pues menos mal. Que si los puestos de trabajo, que si la paz social, que si los tiempos de crisis… el certificado a fin y al cabo servía de lubricante para que se sigan deslizando sobre el suelo de las canteras los puntos chirriantes del Acuerdo Marco. Un Acuerdo denunciado por la Plataforma y que fue firmado entre todos los allí presentes para soslayar la acción de la Justicia y evitar el cumplimiento de la sentencia que obligaba el cierre de las canteras.
Durante los discursos, periodistas y añadidos tirábamos fotos por doquier. Luis Bravo sacó la cámara y recordó sus tiempos de reportero. A fin y al cabo ahora trabaja en lo mismo, pero ahora entre sus jefes se encuentran también los canteros que pagan gran parte de su sueldo… ¡Habrá que dejarlos en buen lugar pues!.

Acabado el evento y los discursos, que no se perdió Torrevisión de cabo a rabo (¿tan importante era la obtención de un “simple” aunque complejo certificado?), los asistentes salimos al patio de nuevo donde se habían colocado unas mesas llenas de vasos, comida y bebida. Osea, el momento más esperado de este tipo de eventos: la mamandurria. Allí vi al concejal Salvador herrera y al flamante diputado Gerardo Velasco. Todo eran risas, saludos y parabienes. En mundo va bien, España va bien, Alhaurín va bien y las canteras, mejor.
Luis Bravo mandó repartir unas bolsas de tela con los anagramas del Ayuntamiento y de la Fundación, con un portalápices en forma de cubo de basura verde, otras bolsas de tela como las que utilizaban las abuelas para ir por el pan, “no cuentes nada hasta el viernes, que lo va a anunciar mi hija en rueda de prensa” me dice Luis y yo no lo cuento hasta el viernes, faltaría más. Van a repartir 2.000 bolsas por las panaderías de todo el pueblo con el anagrama de la Fundación y del ayuntamiento bajo el lema “Úsala a diario”. Hasta lo que yo se, no parace muy cierto que la Fundación tenga nada que ver con la organización de este evento y así lo ha defendido a demás su gerente ante las acusaciones de IU. También el PSOE ha atacado a la Fundación a raíz de esta evento y el reparto de comida en el Mercadona. UPyD, ni fu ni fa, ni sabe, ni contesta.

Y hasta aquí la narración de lo que allí ocurrió. Las valoraciones políticas, para los políticos. La especie de “barbacoa canteril” fué todo un éxito. Y la cantera Taralpe, con su director Germán Carrasco al frente, tiene ya su certificado que le permite alardear públicamente de estar al mando de una empresa “casi verde” y que AENOR dice que es medioambientalmente sostenible. Yo he visto el certificado. Ahí lo pone. Bien clarito. Y todos brindaron por ello. Amén.
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